Se utiliza para llevar a cabo cambios en la prescripción analgésica opioide, ya sea en el fármaco y/o la vía de administración. El objetivo de la rotación equianalgésica es obtener la cantidad del opioide en la prescripción nueva que equivale a la cantidad administrada en la forma previa de administración, para evitar sobredosificar o subdosificar (evitando efectos adversos graves como la depresión respiratoria o el síndrome de abstinencia).